7 décadas de malos gobiernos.
"Prohibido esperar respuestas. Prohibida la voluntad.
Prohibidas las discusiones. Prohibida la realidad.
Prohibida la libre prensa y prohibido el opinar.
Prohibieron la inteligencia con un decreto especial.
Si tú no usas la cabeza, otro por tí la va a usar.
¡Prohibido olvidar!"
Ruben Blades
Desde el pasado 19 de Agosto el país vive el paro agrario
y popular más fuerte de los últimos tiempos. Diferentes sectores del territorio
Nacional han llegado al límite de su paciencia y han tomado medidas drásticas
de protesta y manifestación en rechazo a las políticas implementadas por el
gobierno Santos y las secuelas que dejan los malos gobernantes en turno en los
últimos 70 años de esta historia.
El asesinato “del caudillo del pueblo” Jorge Eliecer
Gaitán el 9 de abril de 1968 marca el inicio de muchas problemáticas que
Colombia vive hoy. El llamado “Bogotazo”
es una de las primeras movilizaciones, desordenes y represión estatal de lo que
posteriormente se convertiría en el periodo o época denominada “la violencia”, la cual fue una disputa
armada ente liberales y conservadores, periodo que deja entre
200.000 y 300.000 muertos y el desarraigo de más de 2 millones de personas
campesinas a las capitales del país.
El 13 de junio de 1953 siendo presidente Laureano Gómez Castro se produce un golpe de estado por parte del general
del ejército nacional Gustavo Rojas
Pinilla que tuvo un periodo autoritario de gobierno desde el año 1953 hasta
1957 y quien sería el único dictador
de Colombia en el siglo XX. Posteriormente en 1958 llega un periodo conocido
como el “Frente Nacional” el cual nace como solución a la violencia
partidista de los años anteriores, este consistió en una coalición política
pactada con la intención de reorganizar el país después de la dictadura y el
periodo violento.
En 1964 nacen las “guerrillas
comunistas” que en su intento de liberación del pueblo entran en una
prolongada guerra armada por el territorio defendiendo sus ideales insertados
en las selvas de Colombia. En los años 80 llega el narcotráfico, esta época
marco la historia del país. Guerras entre carteles, capos millonarios y el
fortalecimiento de bandas criminales en las principales ciudades del país son
algunos de los resultados que deja este periodo aún vigente.
En 1996 nacen las Autodefensas Unidas de Colombia,
organización paramilitar cuyo principal
objetivo era combatir las guerrillas de las FARC.
Las AUC tienen trabajo mancomunado
con la fuerza pública de Colombia además son financiadas por ganaderos, grandes
terratenientes y gran parte de la clase política para que defiendan de las
guerrillas sus tierras y demás pertenencias ya que estos controlaban gran parte
del territorio nacional.
En el 2002 llega a la presidencia de Colombia Álvaro
Uribe Vélez, quien impulso la política de Seguridad
Democrática y firmo varios Tratados de Libre Comercio (TLC) y tuvo la
posibilidad de ser reelegido para su segundo periodo presidencial de 2006 a
2010. Hoy, crea el partido Centro
Democrático con aspiraciones a ser senador de la república, además está siendo
investigado por la Corte Penal Internacional por nexos con paramilitares,
Ejecuciones Extrajudiciales (falsos positivos) y varios crímenes de lesa
humanidad.
Desde el 4 de septiembre de 2012 se adelantan
negociaciones de paz entre el gobierno Colombiano y las FARC en La Habana -
Cuba, siendo este un hecho que tiene dividido al país, de un lado por la
esperanza de lograr la anhelada paz de Colombia y del otro lado la impunidad,
una nueva política y la no reparación a las víctimas de esta guerrilla.
Todo el anterior contexto histórico da cuenta que el Paro
Nacional Agrario y Popular que se da hoy en el país no es coyuntural, por el
contrario es una consecuencia de diferentes hechos que han marcado la mala
administración de la nación por 7 décadas y que esté se va prolongar hasta que
sea necesario pues al parecer el pueblo colombiano rompió su silencio y se tomó
las calles del país. La firma de varios
TLC en el Gobierno Uribe, la explotación desmedida de las minas por parte
industrias multinacionales, la privatización de las semillas para la siembra de
los alimentos, colmaron la paciencia de muchos colombianos que hoy siguen en
refugios a borde de carretera reclamando por su bienestar y el de sus hijos.
El Presidente Juan Manuel Santos anotó: “el tal paro nacional agrario no existe, hay
algunos sectores agrarios de algunos departamentos que tienen legitimas
reclamaciones” y con una vos muy demócrata
ordenó a la fuerza pública afirmando: “protejan
los derechos de los manifestantes a manifestarse pacíficamente”, un día
después en una alocución presidencial dijo: “Ordené
la militarización de Bogotá y así lo hare en cualquier municipio o en cualquier
zona donde sea necesaria la presencia de nuestros soldados, ordené esta
madrugada también que se destinen 50 mil hombres de nuestras fuerzas militares
para que trabajen junto con la policía en colaborar para la movilidad de
nuestras carreteras”.
Esta es la respuesta represiva del gobierno cuando
enfrenta situaciones de protesta social por el descontento del pueblo
colombiano. Si el dinero que se invierte en el despliegue militar y policial en
contra de la protesta social, se hubiese otorgado a las peticiones de los
campesinos y demás sectores que llevan a cabo el paro, en esta fecha Colombia
tendría una imagen de un gobierno interlocutor con el pueblo que le da solución
a sus problemáticas, pero por el contrario la fuerza bruta parece que va seguir
siendo la solución de los gobernantes, confirmando otra vez que la guerra es un
negocio que ellos no piensan terminar y que las negociaciones en La Habana son
un sofisma con un interés populista de fondo.
El Ministro de Agricultura Francisco Estupiñán Heredia en
un “intento” de negociación con los campesinos de Boyacá dijo a los medios de
comunicación: “Tuvimos 18 horas de
negociación con los campesinos, primero hubo una aceptación de un proyecto de
acuerdo que se había trabajado de manera conjunta y después cuando estábamos
listos para firmar, ellos decidieron hacer unas consultas; hubo una división dentro
de ellos y después de tres horas salen y dicen que no están de acuerdo”, a
esta afirmación responde Cesar Pachón vocero de los campesinos colombianos y
representante del movimiento Dignidad Agropecuaria diciendo: “Es que ellos manejan la opinión pública y
los medios, les toca darse una imagen,
así como dice el presidente Santos dice que no hay paro y vea lo del paro la
dimensión que tiene… eso es mentira de esta gente, hacen unas propuestas que no
llevan a nada, ya hemos tenido la experiencia, este es el tercer paro que
hacemos, llegamos a acuerdos y no nos salieron con nada, desmovilizamos la
gente volvimos a creer en el gobierno nuevamente y nos tuvieron 3 meses en la
mesa, nos ponían personajes de baja categoría que no podían tomar decisiones,
pensaban que estábamos jugando”.
El paro que se vive en Colombia no solo es del
campesinado, es de los camioneros, es de los mineros, es de los estudiantes, es
del sector salud, es de todos, por esto, además de los bloqueos en las
principales carreteras y las fuertes manifestaciones que terminan en
enfrentamientos con la policía y su fuerza desmedida ante la protesta social,
se adelantan plantones y manifestaciones pacíficas como el Cacerolazo Nacional donde se toman las plazas públicas de las
principales ciudades del país para reclamar sus derechos constitucionales.
Así, a casi un mes de darle comienzo al paro continúan
los bloqueos en las vías del país, en las ciudades ya se siente la escases de
algunos alimentos, aumentan los muertos y heridos a causa de los enfrentamientos
entre policía y manifestantes y el gobierno sigue haciéndose el sordo creyendo
que es un arrebato momentáneo cuando de fondo hay una indignación histórica en
los corazones de los colombianos y que el paro se le prolongara hasta el fin de
su gobierno o hasta que de soluciones definitivas a las peticiones del pueblo
Colombiano.
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